La Escuela Diocesana de Formación Social de Zaragoza, nació
a la luz de la revisión del Sínodo Diocesano, como un servicio al crecimiento
de la conciencia social de los cristianos, a fin de avanzar en una Iglesia
abierta y sensible a lo que acontece a los hombres y mujeres; una Iglesia abierta
al mundo como "luz y fermento transformador".
Se trata de una iniciativa laical, asumida
por la Delegación de Apostolado Seglar, porque los laicos nos sentimos
corresponsables en la tarea evangelizadora de toda la Iglesia. Nuestras
motivaciones arrancan de nuestra propia identidad cristiana y diocesana: la fe como
realidad que abarca todas las facetas de la vida. Creer tiene una dimensión
personal, familiar y eclesial, pero también social y política.
Nuestra originalidad: acercar la formación a los
cristianos a las parroquias, cuidando de formas especial la mística y la
participación y protagonismo de los propios seglares.
Es necesario, por tanto formar a los
cristianos en esta dimensión social para que participen en la vida pública. Así
nos lo indican, por ejemplo: el Papa Juan Pablo II en Christifideles laici, 60;
el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (2004) del Pontificio Consejo
de "Justicia y Paz" (528-530); la Conferencia Episcopal Española en
"Cristianos laicos, Iglesia en el mundo", 52; La Pastoral Obrera de
toda la Iglesia, 30; La CEAS: Guía-marco para la formación de los laicos, págs.
17-27, 29-34 Y 34-44….
La Escuela de
Formación Social: Vigía al servicio de la diócesis
Desde la escuela de formación de la dimensión
socio política de la fe estamos convencidos de que la problemática del mundo y
de los hombres y mujeres de nuestro tiempo constituyen asimismo los problemas
de la Iglesia y de las personas cristianas. Y también de que la evangelización
requiere partir de la lectura de la realidad, de acercarnos al mundo que
queremos evangelizar. De ese modo podemos descubrir las llamadas y los
peligros; los retos y las tentaciones para la fe cristiana.
En ese sentido, la Escuela está llamada a
desempeñar una especie de ministerio, que podemos denominar como de “vigía”,
haciéndonos eco del pasaje de Isaías: “Alguien
grita desde Seir: Vigía, ¿qué queda de la noche? Vigía, ¿qué queda de la noche?
Responde el vigía. Vendrá la mañana y también la noche” (Is.21, 11-12).
En esta noche oscura en que nos ha tocado
vivir, la función de la Escuela de Formación Social puede ser la de ayudar a
las parroquias, comunidades, movimientos, grupos, asociaciones… a reflexionar
los acontecimientos concretos que nos toca vivir, y que a veces parecen desbordarnos
y dificultar nuestra tarea evangelizadora. Por otra parte, ayudar a
contextualizar el evangelio, ayudando a aplicarlo a la realidad concreta,
descubriendo su fuerza como palabra siempre viva.
Esta tarea nos parece todavía más esencial al
hilo del Plan Diocesano. Por eso desde la escuela ofrecemos a todas las
parroquias, comunidades, asociaciones, grupos y movimientos la posibilidad de
complementar sus actividades a través de una amplia oferta formativa en temas
relacionados con la Doctrina Social de la Iglesia, la lectura y el
discernimiento de la realidad y los acontecimientos sociales; ya sea a través
de charlas, cursos, ...
Para poneros en contacto con nosotros: eformacionsocial@gmail.com
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